Seguimos hablando del aborto televisivo llamado La granja Tolima, no porque nos importe ver la forma tan denigrante en que un montón de fracasados se arrejuntan para tratar de revivir sus muertas carreras, sino porque la última eliminada fue nada menos que Ana Putoria Beltran, y cualquier cosa que vaya en detrimento de esa mamarracha debe ser motivo de júbilo nacional.
Resulta que nuestra inolvidable Daniela Franco fue expulsada por sus compañeros de cambuche y aunque nadie lo dice, es muy seguro que todo se debiera a su insaciable apetito sexual con el que no dejaba descansar a nadie, nisiquiera a Ramoncito. Me imagino que hasta los pobres animales de la granja vivían asustados pensando que en cualquier momento semejante monstruo de gordura y fealdad se los traga.
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